Las perlas. La joya del agua
Las perlas son uno de los tesoros más bellos de la naturaleza. Han sido apreciadas por el ser humano durante miles de años y han desempeñado un papel importante en muchas culturas antiguas, como el antiguo Egipto y la antigua Roma.
Las perlas siguen siendo una opción muy popular, incluso hoy en día. Son valoradas en todo el mundo por su belleza intemporal, que las ha convertido en la joya de piedras preciosas por excelencia.
A pesar de ello, todavía hay algunos aspectos de las perlas que no están claros. En este artículo vamos a responder a una de las preguntas que nos hace mucha gente: ¿Cómo se hacen las perlas? Puede parecer obvio, pero no es tan sencillo. Empezaremos explicando cómo se forman las perlas, luego cómo se recogen y, por último, cómo se convierten en joyas.
¿De dónde vienen las perlas?
Las perlas son realmente únicas si se tiene en cuenta que son la única piedra preciosa que procede de un ser vivo. Los moluscos, como las ostras y los mejillones, son los que fabrican las perlas.
Los mejillones fabrican perlas en ríos y estanques de agua dulce, y las ostras en agua salada. Las perlas de agua dulce que se comercializan hoy en día proceden principalmente de China. Las perlas de agua salada, en cambio, se encuentran en las zonas costeras de Japón, la Polinesia Francesa y Australia.
Hay varios tipos de perlas, como las Akoya, las Handama, las Tahitianas y las de los Mares del Sur. Cada uno tiene un aspecto, una calidad y un precio diferentes.
¿Cómo se forman las perlas del mar?
El proceso comienza cuando se introduce una partícula, o irritante, en el cuerpo del molusco. Estas partículas forman el núcleo de la perla en las primeras etapas.
Una vez atrapado el irritante, el molusco comienza a cubrirlo con una capa de nácar para protegerlo. La capa de nácar es un complejo a base de aragonito que es fuerte y tiene un brillo iridiscente.
El lustre (brillo) único de la perla proviene de esta capa nacarada. Los moluscos cubren el núcleo con miles y miles de capas nacaradas, que forman lentamente la perla con el tiempo.
El tiempo que tarda en formarse una perla depende de la velocidad de crecimiento de la capa de perlas. La mayoría de las perlas tardan entre dos y cuatro años en desarrollarse completamente.
¿Cuál es la diferencia entre las perlas naturales y las cultivadas?
Antes de la creación de las perlas cultivadas en 1893, todas las perlas procedentes de moluscos eran perlas naturales. Anteriormente, explicamos que las perlas se forman cuando las partículas penetran en la concha.
La principal diferencia entre las perlas naturales y las cultivadas es la forma en que estas partículas entran en la concha. Las perlas naturales se forman sin ninguna intervención humana. Los irritantes quedan atrapados dentro de la cáscara por casualidad. En el caso de las perlas cultivadas, el perlicultor introduce deliberadamente el irritante en el interior de la concha mediante sutiles incisiones. Sin embargo, la mayoría de las perlas disponibles en el mercado hoy en día son perlas cultivadas. Las perlas naturales son extremadamente raras y muy caras.
¿Cómo se cosechan las perlas?
Una vez que la perla está completamente formada y es lo suficientemente grande como para ser cosechada, el siguiente paso es extraerla del molusco. La recolección de la perla es un proceso muy delicado que requiere precisión y atención a los detalles.
En primer lugar, se abre suavemente el molusco para poder tocar la perla. A continuación, las perlas se extraen cuidadosamente con instrumentos quirúrgicos especialmente diseñados. Es muy importante no dañar la ostra durante este proceso.
Si las perlas recogidas son de gran calidad, el agricultor utilizará el molusco para producir otra perla. Una vez cosechadas, las perlas se preparan para la fabricación de joyas, el último paso antes de la comercialización, que se describe a continuación.
¿Cómo se procesan las perlas para la joyería?
Antes de vender las perlas a los joyeros, hay que prepararlas. El proceso se divide en cinco pasos: acabado, clasificación, perforación, emparejamiento y roscado.
En primer lugar, las perlas se sumergen en una solución de limpieza neutra durante dos o tres días bajo luz fluorescente. Esto elimina los residuos no deseados y aumenta el brillo de las cuentas.
A continuación, las perlas se clasifican por tamaño, forma, color, brillo y calidad para determinar su valor. El tercer paso es la perforación de las perlas, que realizan expertos con complejas máquinas para crear agujeros perfectamente alineados. Las perlas utilizadas para pulseras y collares se perforan con todos los agujeros, mientras que las perlas para pendientes sólo se perforan a medias.
Dado que cada cuenta es única y no hay dos iguales, el emparejamiento es un proceso que lleva mucho tiempo y que requiere que miles de cuentas sean examinadas y ajustadas por expertos. El último paso en la preparación de las perlas es ensartar las piedras preciosas en el collar.
Una vez en manos del joyero, se utiliza un hilo de seda para volver a encadenar las perlas. En este punto, el joyero crea un nudo entre las cuentas. Hay varias razones para ello. La primera es evitar que las cuentas se rocen entre sí y se dañen. Otra es evitar que se pierdan varias cuentas cuando se rompa el cable.
Por último, según el tipo de joya (en el caso de los collares, la longitud del collar de perlas), las perlas tienen un espaciado y una tensión específicos, que se consiguen con este nudo. En este punto, la perla está lista para ser vendida al público.
¿Qué es una perla creada en laboratorio?
Las perlas de laboratorio son creadas artificialmente y son consideradas falsas por la industria perlera. Las perlas de laboratorio suelen estar hechas de conchas de ostras, pero a veces se utiliza plástico o vidrio. Como las perlas de imitación se producen en masa, son muy baratas, sobre todo si se comparan con las perlas auténticas.
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